
Ciudad del Este. Un ciudadano brasileño fue esposado y aprehendido tras una persecución encabezada por policías vestidos de civil, lo que generó fuerte malestar entre empresarios del microcentro. El hecho ocurrió el lunes 27 de mayo de 2025, a las 20:00 horas, sobre la Ruta Internacional N.º 2, en inmediaciones de la Aduana paraguaya.
El afectado, identificado como Joao Batista Reis Lima, de 49 años y domiciliado en Foz de Iguazú, fue interceptado por personal del Departamento de Investigaciones de la Policía Nacional, quienes alegaron que el hombre había ignorado una señal de alto. La situación derivó en una persecución hasta la zona primaria de la Aduana, donde fue reducido con apoyo de la Marina y personal aduanero.
Según el informe policial, dentro del vehículo Hyundai Creta conducido por Reis Lima se incautaron 30 celulares, presuntamente de «dudosa procedencia». El hombre fue aprehendido por resistencia y trasladado a la Dirección de Policía del Alto Paraná, por disposición de la fiscal Ruth Benítez.
Sin embargo, la versión oficial ha sido duramente cuestionada por comerciantes y empresarios del microcentro, quienes aseguran que el brasileño es un comprista habitual, reconocido en varias tiendas, y que los celulares fueron adquiridos legalmente en un comercio establecido. Aseguran que el único motivo de su fuga fue el temor a ser interceptado por un vehículo sin identificación policial, que lo siguió desde su salida del local comercial.
«Este tipo de procedimientos solo dañan la imagen de Ciudad del Este. No se puede tratar como un delincuente a alguien que compró productos legalmente y que solo tuvo miedo por su seguridad», expresó un representante del sector.
Los reclamos apuntan al uso de la fuerza, la exposición pública del extranjero esposado como si se tratara de un criminal y la falta de garantías mínimas en el actuar de los agentes. «¿Qué hubiera pasado si era un turista con familia? ¿También lo iban a reducir por huir de un auto sin distintivos?», cuestionó otro empresario.
A pesar de que no se presentó ninguna denuncia por robo o hurto de los productos incautados, la Policía sostuvo que los celulares eran «de dudosa procedencia», sin explicar si se verificó la existencia de facturas o si el comerciante fue consultado.
En un contexto donde el comercio depende casi exclusivamente del turismo de compras, sectores económicos advierten que hechos como este pueden tener un efecto devastador en la confianza del visitante extranjero.