Pese a la promesa de renuncia del «nepobaby» Elías Martín Torres, hijo de la diputada Roya Torres, hoy se pudo observar al testarudo joven en una de las oficinas de la Municipalidad de Pdte. Franco, cuyo intendente es su padre, aferrado al cargo cuya función nadie sabe explicar.
Tras conocerse el indignante caso del reciente excolegiante de apenas 19 años, con el cargo de «asesor» en la Cámara de Diputados y un salario de 9.5 millones, su madre afirmó que todo fue tergiversado y manipulado por la prensa, pidiendo disculpas y confirmando la renuncia del mismo, hecho que el joven al parecer no piensa cumplir.
Al ser abordado por algunos periodistas, el mismo dijo que no pretende renunciar al cargo ya que no cometió ningún tipo de delito, negándose a responder más consultas. «Mis padres me recomendaron renunciar, pero no estoy incumpliendo ninguna ley, así que voy a seguir con mi trabajo», dijo el joven, sin la más mínima vergüenza. Ahora el privilegiado se instaló en un improvisado escritorio montado en la secretaría de la Municipalidad, donde ni siquiera él sabe explicar qué función cumplirá. «No tengo más nada que declarar» fueron sus reiteradas expresiones ante las consultas de la prensa.
Un funcionario identificado como Ramón Riveros «socorrió» al «nepobaby», indicando que se está cumpliendo una resolución de comisionamiento de la Cámara de Diputados, sin poder explicar también qué función cumplirá.
MERAS PROMESAS
En la fecha, la legisladora volvió a atacar a la prensa en una tentativa absurda de justificar lo indefendible. «Quiere defender su derecho de acceder a un empleo como todo joven. La prensa tiene doble discurso, hablan de la importancia de la salud mental y hacen otra cosa, no les importa cómo él se va a sentir en su círculo de amigos», dijo sorpresivamente Roya Torres, olvidando que hace un par de semanas estaba pidiendo disculpas públicas por el caso, prometiendo la renuncia del joven, que al parecer no pretende obedecer a su madre y seguirá beneficiándose de las arcas del Estado impunemente, cobrando un envidiable salario de casi 10 millones, sin tener siquiera una función específica.
Este caso había costado el puesto de la titular de la Diben, junto a otras dos funcionarias, que sí fueron apartadas rápidamente de sus funciones.
Godoy Torres, al igual que varios otros «nepobabys», accedió al cargo sin pasar por ningún tipo de proceso selectivo, bajo la falsa figura de «cargo de confianza», gracias a las influencias de su madre diputada liberal. Las políticos justifican este tipo de acciones con absurdos discursos de «oportunidad» de empleo para los jóvenes, ninguneando a aquellos que sí tienen al menos algún tipo de formación y destacan académicamente, y que a diario mendigan por un puesto de trabajo con miserables salarios.
NO ES NEPOTISMO
Por su parte, el intendente de Pdte. Franco, Roque Godoy, en conversación con una radio local, señaló que prefiere «no hablar» del tema porque es algo «muy privado» y que prefiere no responder consultas al respecto. Aclaró «por única vez» que no se trata de nepotismo (según él) y que ni su hijo ni esposa han cometido violación contra las leyes del Estado. La semana pasada, la fiscal de la Unidad Especializada de Delitos Económicos y Anticorrupción Belinda Bobadilla pidió informes del caso a la Cámara de Diputados, atendiendo a que tanto la legisladora como su hijo fueron denunciados por delitos de estafa y cobro indebido de honorarios.