ASUNCIÓN. El intendente de Ciudad del Este, Miguel Prieto, compareció este miércoles ante el Juzgado Penal de Garantías en el marco de una de las más de 40 causas judiciales abiertas en su contra. Durante la audiencia preliminar, el jefe comunal recusó al juez Humberto Otazú, a quien vinculó con la familia Zacarías Irún, cuestionando la imparcialidad del proceso.
Prieto sostuvo que Otazú «reconoció públicamente ser compadre de Lucho Zacarías» y alegó que sus hijos fueron contratados por Itaipú Binacional. Por estas razones, su equipo jurídico también recusó a otros seis fiscales intervinientes.
En una entrevista radial posterior, el intendente denunció una supuesta persecución política impulsada desde sectores del oficialismo cartista: «Estamos viviendo una especie de dictadura con fachada de democracia. Aquellos que alzamos la voz estamos pagando el precio», declaró.
También cuestionó el tratamiento exprés del pedido de intervención a su gestión, aprobado por la Cámara de Diputados, y denunció presiones recientes en Ciudad del Este: «Ayer el oficialismo se volvió loco. Llamaron a nuestros concejales, ofrecieron dinero, intentaron comprar votos e incluso amenazaron con intervenir la Junta Municipal».
Sobre su permanencia en el cargo, fue tajante: «Es falso que voy a renunciar. Mientras haya vida, vamos a seguir luchando», afirmó. Consideró además que el cartismo atraviesa un momento de debilidad y que sus principales referentes en Ciudad del Este y Asunción carecen de fuerza política.
Prieto concluyó asegurando que su movimiento político continúa fuerte y que está preparado para una nueva contienda electoral: «Pase lo que pase, volvemos a ganar las elecciones en Ciudad del Este».