Gregorio Mayor, presidente de la Asociación de Casas de Cambio del Paraguay, sostuvo que el país debe avanzar hacia una prevención real del lavado de activos y no limitarse al cumplimiento formal. Su postura surge tras la exposición de SEPRELAD en el congreso «Hablemos de Cumplimiento», donde se advirtió que la próxima evaluación del GAFILAT medirá resultados concretos y no solo normativa.
Mayor coincidió con la ministra Liliana Alcaraz en que los esquemas criminales evolucionan y los mecanismos regulatorios deben hacerlo al mismo ritmo. Recordó que la Ley 1015 fue la segunda aprobada en Sudamérica y que el sector lleva casi tres décadas implementando controles antilavado. No obstante, señaló que el reto actual es lograr que las políticas se apliquen de forma práctica y verificable en la operación diaria.
El representante gremial indicó que la regulación vigente requiere revisión y modernización. Mencionó que la resolución que afecta al sector —vigente desde 2020— ocasionó retrocesos operativos, cierre de locales y pérdida de empleos. Para el dirigente, la normativa debe actualizarse y adaptarse a nuevos modelos tecnológicos de operación cambiaria.
También afirmó que las casas de cambio invierten en tecnología y formación, considerando al personal como la primera línea de prevención. Sin embargo, pidió mayor articulación institucional. «El regulador debe conocer el negocio. Las normas deben construirse con diálogo previo», señaló.
Al referirse a la próxima evaluación del GAFILAT, Mayor advirtió que el informe separará el análisis entre sector financiero y no financiero, lo que obliga a igualar niveles técnicos. Explicó que en la ronda anterior la evaluación conjunta permitió que la solidez del sistema financiero respaldara al resto de los sujetos obligados. Esta vez, el rezago del sector no financiero podría impactar directamente en el resultado país.
Para el presidente, Paraguay debe acelerar su fortalecimiento interno para evitar efectos negativos internacionales. Señaló que el congreso deja aprendizajes y un mensaje claro: la prevención debe ser dinámica, medible y sostenida.
Mayor cerró con un pedido de continuidad: «Necesitamos seguir discutiendo, actualizando y ajustando el sistema. La prevención no se congela, evoluciona con el delito.»




