Tras la masiva llegada del subsidio gubernamental en forma de giro en los teléfonos celulares, los beneficiarios acudieron en masa a los supermercados para canjearlos por alimentos, pero violando las reglas sanitarias que estipula el distanciamiento social como uno de los factores más importante para evitar la propagación del Covid-19.
Desde tempranas horas, miles de personas de apretujaban frente a las puertas de entradas de los supermercados de Ciudad del Este y región metropolitana, para canjear el subsidio enviado por el Gobierno a la población más vulnerable, a través de los programas Ñangareko y Pytyvõ, como medida para mitigar la cuarentena sanitaria, que en la fecha completa 37 días.
Ansiosos para ingresar a los supermercados, los beneficiarios del subsidio obviaron elementales reglas, como el de mantener una distancia mínima de dos metros de otra persona, como forma de evitar el contagio.
La enorme cantidad de personas en los centros comerciales, obligó a la Policía Nacional a acudir a esos lugares para tratar de ordenar las extensas filas, instando a los mismos a mantener una distancia segura, pero se pudo observar que las recomendaciones no surtieron el efecto deseado.
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