El Gobierno brasileño proyecta construir una nueva base de la Policía Rodoviaria Federal (PRF) sobre la ruta BR-277, en el municipio de San Miguel de Iguazú, a pocos kilómetros de Foz de Iguazú y del Puente Internacional de la Amistad.
La nueva estructura reemplazará a la antigua base demolida en 2022 por orden judicial y busca reforzar el control en uno de los tramos más sensibles de la frontera con Paraguay. El diputado federal Vermelho (PL) reiteró el pedido al Gobierno Federal para que se agilice la construcción, argumentando que el puesto es esencial para combatir el tráfico de drogas, armas y vehículos robados, además de mejorar la seguridad vial.
El proyecto ya fue incluido en el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), pero aún no cuenta con una fecha confirmada para el inicio de las obras. Según lo informado, la base será instalada a la altura del kilómetro 703 de la BR-277, tramo muy utilizado por transportistas, turistas y comerciantes que circulan entre Foz de Iguazú y Medianeira.
¿Cómo afecta a Paraguay?
Sí, impacta en Ciudad del Este porque una base de la PRF más fuerte puede aumentar los controles sobre el paso de mercaderías, personas y vehículos desde Paraguay hacia Brasil. Esto podría influir directamente en los tiempos de cruce, generar mayores exigencias para el transporte de productos y afectar la dinámica comercial de la frontera.
El movimiento fronterizo entre Ciudad del Este y Foz de Iguazú es intenso y constante. Cualquier refuerzo en la fiscalización del lado brasileño repercute de inmediato en la economía local, especialmente en sectores como el comercio, la logística y el turismo de compras.
Empresarios y operadores logísticos de la zona siguen de cerca el avance del proyecto, reconociendo la necesidad de mayor seguridad, pero también con preocupación ante posibles demoras o trabas que afecten la fluidez del intercambio fronterizo.