En la madrugada de este miércoles 7, se produjo un hecho de sicariato en Minga Guazú, que tuvo como víctima a Liomar Antonio de Oliveira (42), un ciudadano brasileño con una condena de 80 años en su país por tráfico de drogas.
Según los intervinientes, Oliveira residía en la localidad con una identidad falsa. Portaba un documento que lo identificaba como Luiz Caetano Da Silva Neto; sin embargo, el Comando Tripartito confirmó su verdadera identidad.
Oliveira manejaba un automóvil Hyundai H1 por un camino vecinal de la ciudad. Al llegar a la esquina de María Auxiliadora y Hernandarias, fue interceptado por una camioneta Fiat Fiorino. Un hombre descendió del vehículo y le disparó 11 veces en distintas partes del cuerpo.
El hecho fue comunicado al agente fiscal Alcides Giménez, quien se constituyó en el lugar junto con la médica forense Ramona García. Por disposición fiscal, el cuerpo fue trasladado a una funeraria para una inspección más detallada, donde la forense diagnosticó «politraumatismo de cráneo por heridas de arma de fuego».
A las 08:00 horas, en prosecución del hecho, la comitiva fiscal-policial, encabezada por el fiscal Giménez y acompañada por el director de Policía de Alto Paraná, Crio. Gral. Insp. Feliciano Martínez, se constituyó en una vivienda en el km 18 lado Acaray, a 2.000 metros de la ruta PY02, donde residía la víctima. Con autorización de la pareja de Oliveira, se ingresó a la vivienda, incautándose una réplica de pistola negra, una porción de supuesta marihuana, el DVR del circuito cerrado y cinco rollos de cinta de embalaje marrón y azul. Todas las evidencias quedaron a cargo del Ministerio Público.
La pareja del brasileño informó a los intervinientes que, además de sus procesos judiciales en Brasil, Oliveira había recibido amenazas de muerte. Finalizados los trámites de rigor, el cuerpo fue entregado a su pareja, Andrea Langer Fraga.