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Explosión que cambió la historia: Itaipú desvió el cauce del Paraná el 20 de octubre de 1978

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Explosión del canal de desvío de Itaipú en 1978 con miles de testigos presentes.

Hace 47 años, una detonación sincronizada abrió el canal de desvío que permitió construir la represa principal de la Central Hidroeléctrica Itaipú, una de las siete maravillas de la ingeniería moderna.

CIUDAD DEL ESTE. El 20 de octubre de 1978 quedó marcado como un día histórico para Paraguay y Brasil. En apenas tres segundos, una explosión controlada desvió el cauce del río Paraná, dando paso a la construcción de la represa principal de la Central Hidroeléctrica Itaipú (CHI).

La operación fue presenciada por más de 30.000 trabajadores y autoridades de ambos países. El estruendo anunció el inicio de una de las obras más ambiciosas del siglo XX, que hoy continúa siendo un símbolo de cooperación binacional y desarrollo energético.

Según el libro «Itaipu – Central Hidroeléctrica – Aspectos de Ingeniería», editado por la Dirección Técnica de la Binacional, la demolición de las dos ataguías arqueadas se realizó mediante explosiones simultáneas cuidadosamente planificadas. Las pruebas previas determinaron la mejor técnica para fragmentar el hormigón sin generar pilotes obstructivos en el canal.

En total, se utilizaron 55.000 kilos de dinamita distribuidos en 434 pozos perforados casi verticalmente. La detonación comenzó desde el centro de los arcos y se expandió hacia los extremos, con intervalos de 20 milisegundos entre cada grupo de orificios, lo que mejoró la fragmentación y redujo la vibración del suelo.

Los sismógrafos registraron una velocidad máxima de 20 mm/s, sin daños en estructuras cercanas. Estudios posteriores confirmaron que la mayoría de los escombros se depositaron en las trincheras previstas, lo que permitió un desvío limpio y exitoso del río Paraná hacia el nuevo canal.

El canal de desvío, de 2 kilómetros de longitud, 150 metros de ancho y 90 de profundidad, fue excavado entre 1976 y 1978. Su apertura permitió secar el lecho original del río para levantar allí la monumental presa de hormigón que hoy sostiene a Itaipú, una de las siete maravillas de la ingeniería del mundo moderno.

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