Ciudad del Este. Óscar René Valdés trabajó más de 10 años y 7 meses en la empresa de informática Visão Vip, con IPS al día y documentos que —según afirma— acreditan un salario real de hasta 800 dólares mensuales. Sin embargo, su desvinculación llegó de manera abrupta: le dijeron simplemente “disminución”, sin explicación formal ni causa fundada.
Lo que más le duele no es solo el despido, sino lo que describe como un patrón interno aplicado durante años. Óscar sostiene que cada tres o cuatro años la empresa realizaba “liquidaciones anticipadas”, obligando a firmar papeles bajo presión y con el temor de perder el puesto. Según su relato, estas firmas se hacían con montos reducidos y con el argumento de que pagar lo que correspondía “podría llevar a la empresa a la quiebra”.
Afirma que esta dinámica se repitió varias veces. Finalmente, después de una década de trabajo ininterrumpido, Visão Vip le ofreció 30 millones de guaraníes, calculados sobre salario mínimo, pese a que él cuenta con certificados laborales emitidos por la propia empresa donde figuran salarios mucho más altos. De acuerdo con los cálculos que realizó junto a su abogado, el monto que debería recibir sería muy superior.
Otro aspecto que complica su situación es que, por desconocimiento, nunca acudió a la Dirección del Trabajo, instancia clave para este tipo de conflictos. Su abogado lo llevó directamente al litigio judicial, proceso que ya cumplió un año sin avances significativos. Esta falta de asesoramiento adecuado lo mantiene en un limbo legal y económico.
Óscar asegura que los dueños de la empresa son brasileños, un dato que menciona para contextualizar la forma en que —según él— se manejan internamente los vínculos laborales. Su denuncia no busca exagerar montos ni dramatizar la situación: apunta al reconocimiento de su antigüedad real, de su salario efectivo y del debido proceso.
“Diez años no se pueden borrar con una firma”, expresó con impotencia. Lo que más le afecta no es solo la pérdida del empleo, sino la sensación de que su esfuerzo y compromiso durante tantos años no tuvieron valor para quienes se beneficiaron de su trabajo.
Nota de la Redacción
El caso denunciado por Óscar no es aislado. La práctica señalada —liquidaciones parciales, presiones y cálculos por debajo de la ley— se repite en otras tiendas de la zona comercial, muchas de ellas manejadas por extranjeros. En varios de estos establecimientos se reportan patrones similares que, combinados con la falta de controles efectivos y la connivencia de ciertos sectores judiciales, terminan vulnerando derechos laborales básicos de los empleados.



