Vecinos del Km 9 Monday vuelven a denunciar que la fábrica Textil Santa Ana continúa vertiendo desechos tóxicos en el arroyo Amambay. A pesar de intervenciones municipales y medidas judiciales, la empresa sigue operando sin impedimentos.
Según los denunciantes, la contaminación persiste y afecta la salud de la población. También alertan sobre la presunta compra de silencio de algunos vecinos por parte de la empresa, lo que habría debilitado la presión social para exigir sanciones.
Antecedentes de contaminación y nuevas denuncias
De acuerdo con antecedentes judiciales, Textil Santa Ana fue procesada e imputada en el pasado por contaminación del arroyo Amambay. Sin embargo, la actividad industrial continúa sin control efectivo.
Los vecinos denuncian que, además del vertido de residuos en el cauce hídrico, la fábrica emite humo negro desde sus chimeneas durante la noche. Sostienen que el olor nauseabundo sigue invadiendo las viviendas debido a un sistema de tratamiento de efluentes ineficaz.
Dinero para callarse
Según los pobladores, algunos vecinos habrían recibido dinero de la empresa para no manifestarse ni presentar denuncias. Indican que esto ha generado divisiones en la comunidad y ha reducido la presión sobre las autoridades.
Por su parte, la Fiscalía de Medio Ambiente, encabezada por la agente Zunilda Ocampos, sigue sin tomar medidas concretas contra la empresa. La fábrica había sido clausurada el año pasado tras verificaciones oficiales, pero la fiscal sigue sin imputar a los responsables, argumentando que aguarda informes técnicos.
Los afectados cuestionan la falta de acciones concretas y afirman que la inacción favorece a la empresa en detrimento del bienestar de la comunidad.
Medidas municipales no fueron acatadas
La Municipalidad de Ciudad del Este había ordenado la suspensión del vertido de efluentes industriales y el retiro de cañerías utilizadas para la captación de agua del arroyo. Sin embargo, la fábrica continuó operando sin impedimentos.
“Nos prometieron cavar un pozo para garantizar agua potable y solucionar el problema del olor, pero no cumplieron. Siguen trabajando como si nada hubiera pasado”, manifestó un vecino afectado.
Los pobladores exigen una respuesta inmediata de las autoridades para frenar la contaminación y aplicar las sanciones correspondientes a los responsables.