Una reunión convocada en la sala de sesiones de la Junta Municipal de Presidente Franco para abordar la habilitación del Puente de la Integración terminó dejando al descubierto la ausencia de planificación, coordinación y liderazgo del Ejecutivo municipal, encabezado por el intendente Roque Godoy.
El encuentro, que debía centrarse en los impactos urbanos y administrativos que traerá la apertura del puente, derivó en un cruce político que expuso la improvisación con la que la Municipalidad enfrenta una de las obras más importantes de la historia reciente de la ciudad. Lejos de presentar informes, planes o gestiones concretas, Godoy optó por descalificaciones personales y un tono confrontativo que poco aportó al debate institucional.
Las críticas más duras provinieron de la concejal departamental y candidata a la intendencia por Yo Creo, Mabel Otazú, quien cuestionó la falta de previsión municipal ante un escenario que podría generar caos vial, desorden urbano y sobrecarga de servicios tras la habilitación del paso internacional.
La respuesta del jefe comunal evitó el fondo del planteamiento. En lugar de explicar qué gestiones realizó su administración o qué medidas están previstas, Godoy recurrió a ataques personales, minimizando el rol de Otazú y dejando sin respuesta los cuestionamientos sobre la inexistencia de un plan claro para la ciudad.
La situación se agravó con la intervención de la diputada nacional Roya Torres, esposa del intendente y también aspirante a sucederlo, quien admitió públicamente que el municipio no cuenta con información oficial del Gobierno Nacional, una confesión que refuerza la percepción de aislamiento institucional y falta de gestión del Ejecutivo local.
A poco más de un año de las elecciones municipales de 2026, el episodio dejó en evidencia un modelo de administración familiar que gobierna Presidente Franco desde 2015, sin resultados visibles en planificación estratégica ni capacidad de anticipación ante hechos clave para el desarrollo de la ciudad.
Mientras desde el oficialismo se insiste en la continuidad, las críticas apuntan a una gestión reactiva, sin diálogo efectivo ni preparación técnica, que hoy enfrenta uno de sus mayores desafíos sin rumbo claro. El cruce en la Junta Municipal no fue un hecho aislado, sino una señal temprana de desgaste político y administrativo de la administración Godoy.
