Una docente que llevó a cabo un plan para apoderarse de los bienes de un sacerdote católico fallecido, fue condenada a 4 años de prisión. El Tribunal de Sentencia estuvo conformado por los jueces Flavia Lorena Recalde (presidente), Milciades Ovelar y Emilia Santos (miembros).
En el debate se demostró que la hoy sancionada falsificó documentos para afirmar que estaba casada con el cura y que habían tenido una hija en común.
Además, fueron condenados cuatro familiares que actuaron como testigos falsos y un oficial del Registro Civil.
Se trata de la profesora María Teresa Díaz, hallada culpable por producción mediata de documentos públicos de contenido y uso de documentos públicos de contenido falso. Por su parte, José de Jesús Benítez, Guido Ramón Acuña Díaz, Teodoro Fernández Duarte y María Cirila Díaz de Fernández fueron sentenciados a 2 años con suspensión a prueba de la ejecución de la condena.
Asimismo, el oficial de justicia Benito Ever Ríos González fue declarado culpable de producción inmediata de documentos públicos de contenido falso y condenado a 2 años de prisión en un juicio abreviado, realizado previamente, debido a que admitió su participación en el ilícito.
De acuerdo con los antecedentes, los actos fraudulentos fueron planificados y ejecutados en diferentes fechas y lugares con el propósito de adueñarse de los bienes del sacerdote fallecido, quien dejó propiedades y ganado.
Las falsificaciones comenzaron con el supuesto reconocimiento de una niña indígena como hija de María Teresa Díaz y el sacerdote Severiano Martínez Vázquez, presuntamente realizado el 10 de agosto de 2011 en la Oficina del Registro Civil Nº 318 de la ciudad de San Juan Nepomuceno (departamento de Caazapá).
Además, se alega que se llevó a cabo un supuesto matrimonio entre María Teresa y el sacerdote católico el 22 de septiembre de 2016, a las 17:30 horas, en el predio del hospital central del Instituto de Previsión Social (IPS) de la ciudad de Asunción.
Posteriormente, el 25 de noviembre de 2016, la principal acusada se presentó en el Juzgado Civil de Santa Rita (Alto Paraná), a cargo del magistrado Julio Ávalos Crovato, para iniciar un proceso sucesorio de Serveriano Martínez, presentando un certificado de nacimiento falso de la supuesta hija y también un certificado de matrimonio apócrifo entre ella y el religioso.
Sin embargo, el juicio sucesorio iniciado por María Teresa en nombre propio y en representación de su hija llegó a conocimiento de Ramón y Daniel Martínez Vázquez, hermanos del cura párroco, quienes radicaron la denuncia penal.
El fiscal Alcides Giménez representó al Ministerio Público en el juicio.
